jueves, 25 de abril de 2013

Pequeños abrazos que guardan sonrisas y alegran días

¿Qué es un mal día?

Un mal día es ese que te despiertas una hora más tarde por culpa del despertador, te llueve y no llevas paraguas, no tienes el guapo subido, te sientes cansado, hay tráfico, te pones a cocinar y se quema la carne, pierdes el autobús, te dan una mala noticia, te ponen un examen,...

Puedo tirarme horas y horas escribiendo hechos que a alguien le puedan hacer sentir que se encuentra en un mal día.

Sin embargo, en tan solo un instante, un pequeño segundo, ese mal día puede convertirse en uno de los mejores de tu vida. No hace falta ningún motivo.

Ayer tenía ganas de acabar mi día para afrontar el siguiente con mucha más fuerza y ganas. Quizás me encontraba en un mal día. Quizás. Sólo sé que deseaba dormir y despertarme hoy de buen humor y con ganas de prepararme un buen desayuno.

Así es que me fui a la cama muy pronto. Tan solo eran las nueve y cuarto. Cuando de repente la puerta de mi habitación se abrió sigilosamente. Era mi hermano pequeño.

Me sorprendió con una sonrisa de oreja a oreja diciendo que tenía ganas de pasar tiempo conmigo. Se metió en mi cama y en tres movimientos me deshizo las sábanas. 

Jugó a esconderse de todo lo que había fuera de la cama y me hizo reírme a su son a carcajadas. Cuando escuchábamos pasos, nos escondíamos bajo la almohada aguantando la risa como dos campeones.

De pronto le entró sueño, y me abrazó con todas sus fuerzas. Minutos después nos despedimos y se fue a su habitación a dormir.

Y entonces es cuando me quedé pensativa y feliz. ¿Qué importancia tenía ese día "catastrófico"? Si al llegar a casa me esperan sonrisas.

No hay que desear que acabe el día. Simplemente hay que buscar un motivo feliz para que ese día pase a la posterioridad. 

1 comentario: